Traducciones censuradas de teatro y literatura infantil y juvenil en la España de Franco
Contribuciones al estudio de la traducción infantil y juvenil : 69-90 (2002)
Abstract
El filtro de la censura franquista y los vestigios o trazas que ésta dejó en sus archivos nos ha permitido establecer un puesto de vigía privilegiado que facilita la observación directa de parte del proceso, así como del resultado. Hemos podido ver que la LIJ traducida, así como los espectáculos teatrales para niños y jóvenes se entienden y estudian mejor en relación con la literatura o el teatro traducidos en general; y que la noción de traducción (como proceso y como producto) está íntimamente unida en LIJ a la de adaptación. Se acomodan textos originales en la lengua y cultura original, se traducen estas adaptaciones, pero sobre todo se adaptan traducciones, se trasvasan textos existentes en la cultura meta para que cumplan otras funciones, para ofrecerlos a otro público (o mediante otros medios). La intervención misma de la censura implica procesos de adaptación previos a la petición (autocensura), así como tras el escrutinio censor (aplicación de las modificaciones propuestas); y todo ello en aras de la rentabilidad comercial que el mercado impone, tratando de alcanzar el éxito que será clave en la presencia del texto y la misma empresa editorial en el mercado y, por tanto, en un sector de la cultura meta. En los años cincuenta del siglo XX nos encontramos con referencias a certámenes y festivales de teatro infantil y en los sesenta se registran en los archivos de censura expedientes referidos a obras como “Alicia en terra de maravelles" (pieza teatral adaptada a la "escena vernácula" para una representación en catalán es una adaptación al español de la correspondiente traducción de una obra clásica de la literatura inglesa") o “La isla del tesoro” de Stevenson. Los trasvases intersemióticos (Rabadán http://hdl.handle.net/10810/10481), la interrelación de publicaciones infantiles y juveniles con productos audiovisuales (cine, TV vídeo) son un hecho que irrumpe como fenómeno comercial y cultural en el siglo XX, a partir de un mercado editorial que podemos rastrear en los expedientes de censura y que tuvo su auge entorno a 1985.