Estudio sobre la arteria estapedia en la rata blanca, en el hombre y en el gato. Consecuencias clínicas de su persistencia en el hombre. Importancia de la arteria estapedia en el desarrollo embriológico.
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Date
2019-01-15Author
Miguel Gómez, Rut
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[ES] Los objetivos de este estudio han sido, en primer lugar,comprobar la presencia de la arteria estapedia en las etapas iniciales del desarrollo del feto humano y en segundo lugar estudiar el desarrollo y curso de la arteria estapedia en la rata blanca y en el gato. El material empleado ha sido: A/.Fetos humanos de 9, 14, 17, 18 y 30 semanas, así como un neonato de 1 día de edad. B/. Rata blanca: embriones de 16, 18 y 20 días. Ratas postnatales de: 1, 3, 6, 10 y 13 días y una rata adulta. C/. Gato doméstico: dos gatos de meses de edad. Todo el material fue fijado dentro del líquido de Bouin, incluido en parafina y teñido con H&E, ácido periódico, tricrómico de Goldner y reticulina de Gomori. Los datos histomorfométricos fueron obtenidos con un programa semiautomático de análisis de imagen (Niselements BR 3) con un microscopio óptico Eclipse 5 OI.
En el feto humano de 9 semanas la arteria estapedia rodea al ganglio geniculado timpánico, después de atravesar la caja timpánica, dirigiéndose y atravesando el canal mesenquimal que divide la cápsula ótica y comunica con la cavidad endocraneal. En este espacio tiene una situación rostral, por delante de las fibras del nervio facial y del ganglio geniculado meatal. En los restantes fetos humanos estudiados no se detectó la arteria estapedia. No obstante, su influjo es determinante en el desarrollo del ganglio geniculado, dado que desde la 9 semana hasta la 14-17,las neuronas geniculadas se han desplazado intraaxonalmente, desde el oído medio hasta la superficie endocraneal de la cápsula ótica.
En la rata blanca, tanto en los estadios embrionarios y postnatales, como en estado adulto la trayectoria de la arteria estapedia sigue el mismo curso que es el siguiente: procedente de la arteria carótida externa, entra en el suelo de la caja dirigiéndose hacia las cruras del estribo, las cuales atraviesa, introduciéndose en una dehiscencia supraoval del canal facial. Después toma una ruta externa hacia la caja timpánica, en donde existe otra dehiscencia. Más tarde toma la dirección endocraneal alcanzando el conducto auditivo interno con el VII par craneal.
En el primer gato estudiado hemos observado dos dehiscencias en el canal facial: la primera a nivel del hiato de Falopio y la segunda en el segmento timpánico del canal facial. En el segundo gato aparecen importantes anomalías morfológicas en el área estapedial. En primer lugar el estribo se parece a la columela de las aves, dado que solo tiene una rama ósea, cuyo interior está ocupado por tejido mesenquimal.
En el segundo gato, el espacio supraoval está ocupado por una bolsa mucosa de 1427.29 µm de longitud y 847.38 µm de anchura. Esta bolsa se extiende desde el estribo hasta la dehiscencia ósea que presenta el canal facial de 500µm.
Por último, en nuestra opinión las dehiscencias óseas del canal facial humano y del gato, así como la bolsa mucosa supraestapedial del gato, podrían estar inducidas filogenéticamente por la ruta de la arteria estapedia.