Movilización por la paz en el País Vasco: el caso de la coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria.
Abstract
La tesis se enmarca en los estudios de historia reciente del País Vasco (1985-2013) y ha abordado el análisis de la reacción social ante el fenómeno de la violencia terrorista ejercida por ETA durante las últimas décadas. Para ello, se ha tomado como objeto de estudio a la organización pacifista Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria (1985-2013) como referente desde el que acercarse a la movilización social en forma de protesta o repulsa ejercida desde la sociedad civil. La metodología para el estudio de Gesto por la Paz ha pivotado entre la teoría de los movimientos sociales y la historia oral, realizando una treintena de entrevistas a antiguos participantes en la organización que han permitido el acercamiento a las manifestaciones desde un enfoque humano. También, el vaciado de la documentación generada por la organización a lo largo de su historia, o el trabajo de documentación en diversos archivos ha sido fundamental.La tesis ha concluido que la movilización social contra el terrorismo se inició en los años setenta yochenta de forma esporádica y eminentemente local, sin articulación y sin la conformación de un entramado organizativo cuya acción estuviera encaminada a la deslegitimación de la violencia. Sin embargo, desde mediados de los años ochenta el cruce de caminos entre espacios vinculados al movimiento pacifista y otros de sociabilidad cristiana favorecieron la articulación de la protesta a través de la creación de la Coordinadora Gesto por la Paz. Su acción fue fundamental en los años noventa para que se asentara una cultura de rechazo a ETA y se expandiera la manifestación a nuevos colectivos y espacios. El papel de Gesto por la Paz en los años centrales de la década fue determinante en la pérdida del miedo y en la toma de la calle, ya que su resistencia frente a la contramanifestaciones organizadas por la izquierda abertzale en la época de los secuestros (1995-1997) sirvió de referente movilizador y favoreció, por ejemplo, episodios de estallido social como las movilizaciones por el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Su disputa del espacio físico y simbólico frente a la izquierda abertzale ayudó también a deslegitimar le terrorismo y la violencia política desde una base ética y apartidista que mantuvieron durante sus treinta años de historia.