Abstract
Las redes sociales son infraestructuras de conexión que producen sentidos y experiencias en torno a la soledad. A partir de un trabajo de campo basado en entrevistas abiertas realizadas a jóvenes durante el confinamiento de 2020, proponemos entender la conexión como un proceso sociotécnico capaz de estructurar narrativamente sentidos emergentes de la soledad. Desplegamos dicha conexión en tres membranas que remiten: al medio de contacto y las creencias entorno a la inmediatez; al entramado vincular, en una lógica contrapuesta de exposición e intimidad; y a las proyecciones, que apuntan a la base imaginaria de la otredad y los mecanismos de generalización del otro. Pondremos así de relieve en este artículo la sociabilidad contradictoria a la que conducen las mediaciones digitales, situada entre la pulsión de fluidez y transitoriedad de una vida social dinámica y el montaje de una red interpersonal en la que el yo pueda obtener presencia y valor.