Abstract
Este artículo estudia dos diferentes estrategias utilizadas por artistas que pertenecen a colectivos vulnerables para subvertir el régimen hegemónico de las imágenes. Las contraimágenes consisten en representaciones que se sitúan más allá de lo aceptable dentro de la normatividad del canon y se posicionan en contraposición a éste. Las estrategias translúcidas, en cambio, juegan con la visibilidad y la ocultación, creando imágenes más ambiguas que pueden infiltrarse en el régimen de representación y subvertirlo desde su interior. La combinación de ambas supone una mayor potencialidad de perturbación. Para presentar estas estrategias se utilizan obras de Felix Gonzalez-Torres, Robert Mapplethorpe y el colectivo Señora Polaroiska.