¿Chalés en el campo de tiro?
Date
2011-11-24Author
Gil Rodríguez, Jacinto
Metadata
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GIL J.( 2011). ¿Chalés en el campo de tiro?. http://hdl.handle.net/10810/6584
Abstract
En plena Guerra Civil (marzo 1937), un acaudalado naviero tinerfeño, cuyo primo-hermano se hallaba sujeto a ‘responsabilidades políticas’, donó al Ejército Nacional el terreno insular conocido como ‘Hoya Fría’ (470.200 mts2) con la intencionalidad subyacente de liberar al familiar represaliado y con el propósito explícito de que la finca donada se destinara a usos militares, para la ubicación de un campo de instrucción y de tiro bajo la denominación de ‘Campo del General Franco’.
Dicho uso y afectación se prolonga durante la vida del donante, que muere sin descendencia y nombrando heredero universal a su hermano, a quien heredan sus tres hijos.
Después de seis décadas (mayo 1997), el Ministerio de Defensa segrega, desafecta y enajena mediante subasta una parcela de 170.050 mts2 (Batería de los Moriscos), resultando adjudicataria de la misma la Cooperativa de Viviendas Hespérides, integrada en su mayoría por militares que habían servido en Hoya Fría. Es en ese momento cuando los sobrinos del donante pretenden y obtienen la revocación de la añeja donación.