Efecto del omega-3 en la prevención y tratamiento del daño cerebral causado por el alcohol
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Date
2024-06-20Author
Lenis Gómez, Juan Felipe
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[ES] El alcohol es la droga más consumida en el mundo, siendo según la Organización
Mundial de la Salud, responsable de algo más del 5% del total de las enfermedades,
ya que causa daño severo en múltiples órganos, aparatos y sistemas de hombres y
mujeres adultos. Así mismo, el consumo de alcohol durante el embarazo provoca
malformaciones congénitas y defectos persistentes en los recién nacidos. Durante la
adolescencia, tiene efectos perjudiciales de larga duración sobre todo en el cerebro. La
corteza cerebral, el sistema límbico y el cerebelo son especialmente vulnerables al
daño neurotóxico del alcohol durante las etapas tempranas de la vida. Por todo ello, es
fundamental entender las consecuencias de la ingesta de alcohol, así como conocer los
métodos disponibles y desarrollar otros nuevos, con el fin de superar sus efectos
perniciosos, o al menos reducirlos, a través de intervenciones terapéuticas.
El cerebro está compuesto principalmente de lípidos, principalmente el ácido
docosahexaenoico (DHA, 22:6n-3), un ácido graso poliinsaturado omega-3 (n-3) de
cadena larga; el ácido eicosapentaenoico (EPA, 20:5n-3) y, en menor cantidad, por el
omega-6 (n-6) ácido araquidónico (AA). El contenido de DHA varía entre regiones
cerebrales, así como entre neuronas y células gliales. El DHA es fundamental en el
mantenimiento de la estructura de las membranas celulares. Interviene en las funciones
de proteínas asociadas a las membranas, así como en la señalización celular, expresión
génica o producción de lípidos, además de tener potentes efectos antiinflamatorios.
Debido a que el alcohol disminuye los niveles de omega-3 a través de diferentes
mecanismos, pensamos que es oportuno conocer si la suplementación con omega-3
impacta positivamente sobre las alteraciones causadas por el alcohol. Por tanto, el
objetivo de este TFG es revisar el estado del arte de los efectos de los omega-3 sobre
el daño cerebral provocado por la ingesta abusiva de alcohol.
Los omega-3 son beneficiosos en diversas patologías que afectan al cerebro, como el
alcoholismo y las enfermedades neurodegenerativas y psiquiátricas. Mejoran el
deterioro cognitivo vinculado a la falta de plasticidad sináptica cerebral y reducen el
estrés oxidativo, la inflamación y la muerte neuronal. De hecho, el impacto negativo
que tiene el alcohol sobre el DHA, causa una pérdida de la plasticidad sináptica en el
hipocampo y la corteza prefrontal medial, dos regiones cerebrales enriquecidas con
ii
DHA. También son necesarios unos niveles de EPA adecuados para responder ante los
efectos negativos que tiene el alcohol sobre la conducta.