Evolución de la imagen de la Diosa en la Prehistoria
Fecha
2018-12-03Autor
Fernández Navarro, Verónica
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Mostrar el registro completo del ítemResumen
Marija Alseikaite Gimbutas (1921-1994) fue una célebre arqueóloga lituana reconocida por sus descubrimientos acerca de las culturas de la “Vieja Europa”. Utilizando un método interpretativo interdisciplinar donde aunó arqueología, historia, arte, etnología, folklore y lingüística, entre otros ámbitos, halló la posible existencia de una sociedad prehistórica, desarrollada fundamentalmente en el periodo Neolítico (10.000 – 5.500 a. C.), matriarcal, pacífica y centrada en la tierra, donde las mujeres como reinas y sacerdotisas desempeñaban un papel fundamental dentro de la sociedad. Además, gracias a los restos arqueológicos, fundamentalmente esculturillas, también sacó a la luz una religiosidad donde la Gran Diosa impregnaba toda la vida.
La imagen de esa Gran Diosa no era invariable y homogénea ya que tenía múltiples facetas y ha ido evolucionando a lo largo de los siglos llegando, incluso, hasta nuestros días. Sin embargo, a partir del IV milenio a. C. se produce la invasión de los kurganes, quienes impusieron un sistema contrario al que encontrábamos, un sistema patriarcal basado en la violencia. Así, la Diosa fue relegada y apartada de este sistema religioso ocupando un papel subordinado y secundario. En el caso de la isla griega Creta, encontramos una supervivencia del sistema de solidaridad que Gimbutas presentaba en Europa antes de la ruptura kurgana. Aquí, la Diosa Serpiente será la deidad principal y las mujeres ocuparán un papel central dentro no solo de la religiosidad sino del sistema
político isleño. Aun incluso con la desaparición de esta cultura en Creta, la memoria de la Diosa ha perdurado hasta nuestros días en la memoria colectiva de la sociedad, sobre todo en aquellas zonas limítrofes cuyo folklore y etnografía se mantienen de manera más tradicional, como es el caso del propio país de origen de Marija Gimbutas. Su imagen se trasladó a otras religiones y culturas y hoy en día, somos capaces de advertir la herencia y conversión que la imagen de la Gran Diosa sufrió desde su invasión.
La Diosa Serpiente, la cual se encuentra estrechamente vinculada con la Diosa Pájaro, es una de las diosas o facetas de la Gran Diosa que más trascendencia, sobre todo artística, ha tenido dentro de esta cultura. Así, también es una imagen que ha sufrido una evolución y transformación muy marcada, llegando a simbolizar, por un lado, la energía vital y, por otro lado, uno de los animales más malvados, dependiendo de la cultura o religión que la acogiese.