Sobre el origen del papiamento: las posibles influencias lingüísticas y el peso de la comunidad sefardí en su formación
Fecha
2024-05-06Autor
Arnal Loyo, Patricia
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[ES] El papiamento es una lengua criolla formada a partir de la influencia de numerosas lenguas como el español, el portugués, el holandés, el arahuaco o las lenguas africanas, hablada en las islas caribeñas de Curazao, Aruba y Bonaire. Su origen, muy discutido entre los especialistas, se remonta a la época de la colonización europea de las islas, posiblemente en torno al siglo XVII —momento de la llegada de los judíos sefarditas tras su expulsión de la Península Ibérica—, si bien hay autores que apuntan a una fecha de nacimiento más temprana. Así, se dice que el criollo se formó a partir de la mezcla de las lenguas africanas de los esclavos y del español y portugués que hablaban los colonos, a raíz de las necesidades de comunicación entre comunidades que no mantenían ninguna lengua en común. Más tarde, se irían sumando las influencias de otras lenguas como el francés, el inglés o el holandés, ya que Curazao ha sido conquistada tanto por Francia como por Gran Bretaña y Holanda. En la actualidad, el papiamento, hablado por la mayoría de la población isleña, ha alcanzado el estatus de lengua oficial en Aruba, Bonaire y Curazao y se ha convertido en una parte importante de la cultura caribeña.
No obstante, los lingüistas se han cuestionado cuál pudo ser la lengua que ejerció de base en la formación del papiamento, lo que ha dado lugar a dos hipótesis principales: la que defiende el origen hispánico del papiamento y la que respalda el portugués como base lingüística del criollo. En este contexto, resulta de vital importancia el papel de la comunidad sefardí en el devenir de esta variedad, puesto que los movimientos de población provocados por cuestiones políticas los llevaron, finalmente, a instalarse en Curazao. Estos judíos exportaron, a su vez, sus lenguas propias (español, portugués y judeoespañol) a las islas, al mismo tiempo que asimilaban el habla de la región, dando lugar al desarrollo del papiamento. El análisis del primer documento conservado en criollo, una carta del año 1775 escrita por un sefardí, permite concluir que el componente español se muestra patente en la lengua de la redacción, puesto que prevalecen aquellos rasgos asociables a la lengua española y a sus variedades sobre los que recuerdan al portugués.