Manejo nutricional en la fase activa de la Enfermedad de Crohn
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Date
2017-09-18Author
Marquínez Etxezarreta, Maialen
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La Enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria crónica del tracto intestinal y
sistémica que cursa con brotes de actividad variables, en los que aparecen tanto
síntomas digestivos como extradigestivos, seguidos de periodos de remisión clínica en
las cuales se produce una ausencia de dicha sintomatología.
Durante la fase activa de la enfermedad y sobre todo ante brotes moderados-graves de
actividad, son frecuentes los estados de desnutrición y la presencia de deficiencias
nutricionales. Por ello, el control y el seguimiento nutricional de las personas con
Enfermedad de Crohn en fase activa por parte de profesionales de enfermería, se
convierte en un aspecto fundamental no sólo para prevenir o tratar estados de
malnutrición sino para inducir y mantener estados de remisión clínica de la enfermedad,
disminuir la inflamación intestinal, promover la curación de la mucosa, aliviar
sintomatología y, en última instancia, aumentar y mejorar la calidad de vida.
La realización de este estudio próximo a una revisión crítica de la literatura tiene como
finalidad identificar las medidas nutricionales más eficaces en la fase activa de la
enfermedad. Para ello, la metodología llevada a cabo sigue un proceso planificado y
estructurado de búsqueda exhaustiva de la literatura, selección y análisis de la misma.
La bibliografía consultada ofrece pocos resultados acerca de la eficacia de las dietas
alimenticias en la fase activa de la enfermedad.
Algunos tipos de dietas parecen tener cierto potencial terapéutico en la evolución de la
Enfermedad de Crohn, en concreto, la dieta de Exclusión, la FODMAP y la Anti-
Inflamatoria han demostrado ser beneficiosas en el mantenimiento de la remisión clínica
de la enfermedad, disminución de inflamación intestinal, alivio de sintomatología y
mejora del estado nutricional; siendo la de Exclusión la que más se utiliza actualmente.
No obstante, se precisa de una mayor evidencia científica que soporte su inequívoca
recomendación. Además las nutriciones artificiales, sobre todo la NE, han demostrado
ser eficaces en la evolución favorable de la enfermedad en fase activa.