Necesidad de diseños de programas de actividad física domiciliaria en personas mayores: programa piloto
Laburpena
Nos encontramos ante una sociedad cada vez más envejecida, ya que por un lado la esperanza de vida se ha incrementado y por otro la tasa de fecundidad a caído. Esta tendencia ha sido posible al desarrollo socioeconómico y políticas de salud favorables. Dicho envejecimiento provoca un alto costo sanitario. Mediante la implantación de estilos de vida saludable, se podría reducir el gasto sanitario. El envejecimiento es un proceso natural que trae consigo la aparición de numerosas patologías, traduciéndose en la pérdida de funcionalidad y aumento de la dependencia. Sin embargo, mediante programas de ejercicio físico bien implementado y adaptado a las características de cada caso, se puede conseguir frenar dicha pérdida. Por ello, el objetivo de este Trabajo de Fin de Grado, es presentar, aplicar y analizar una serie de pruebas de valoración de la condición física en una persona mayor para valorar su nivel de funcionalidad. Así como analizar la eficacia de un programa de ejercicio físico implementado en una persona de edad avanzada. A partir de esta revisión, se ha establecido un programa de 8 semanas de duración, para una persona de 76 años de edad, con afectaciones a nivel cardiaco, osteoarticular y muscular. Traduciéndose en una limitada capacidad aeróbica y una reducida fuerza muscular. Antes de comenzar con el programa se realizaron unas test de valoración de la condición física con el fin de observar los cambios producidos por el entrenamiento. Dichos test valoraban el equilibrio, tanto dinámico como estático, velocidad en la marcha y fuerza del tren inferior y superior. En el programa se introdujo entrenamiento de fuerza (Fuerza resistencia y fuerza hipertrófica), cardiovascular (Interválico de alta intensidad y continuo a intensidad moderada), trabajo postural (Escuela de espalda) y flexibilidad. Tras la intervención, se observaron mejoras en todas las pruebas. Tras ocho semanas de entrenamiento, se apreciaron mejoras en el nivel de funcionalidad de la persona: test de velocidad de la marcha en 4 metros (-31,40%), test de levantarse de la silla (-16,22%), equilibrio en 6 metros (-13,45%), test de levantarse y sentarse de la silla durante 30” (14,28%). Finalmente se observaron mejoras en la fuerza de prensión manual de la mano derecha (13,2%), no ocurriendo lo mismo en la mano izquierda (-6,2%). Tras la implementación del programa, ha habido mejoras en casi todos los parámetros analizados: Equilibrio dinámico y estático, velocidad de la marcha, fuerza de tren inferior y fuerza de tren superior. Mejorandose la capacidad funcional del paciente y en definitiva la calidad de vida