Sin voz, una historia lejana. Mujeres en el Edo del periodo Tokugawa.
Laburpena
Durante los siglos XVI y XVIII Japón vivió una profunda y significativa serie de cambios tanto en su política como en su economía y sociedad. El crecimiento de la población incrementó la industria y aumentó el poder económico de muchos comerciantes que, aun siendo considerados lo peor de la sociedad, desarrollaron un nuevo mundo y una nueva cultura donde pudieron satisfacer todos sus deseos cubriendo todo tipo de necesidades, entre ellas, los placeres más personales. En este nuevo mundo, las mujeres fueron grandes protagonistas tanto en las pinturas propias de la época como en la vida de muchos comerciantes o aristócratas, incluso algunas gozaron de cierta libertad de decisión. Las cortesanas que se encontraban en este mundo eran respetadas por la sociedad, no como en occidente donde se encontraban sujetas a críticas de todo tipo. Sin embargo, la sociedad patriarcal del periodo Edo no permitió a las mujeres del mundo urbano tener voz propia quedándose siempre bajo la tutela de los hombres de su familia, siguiendo las leyes propias del clan para mantener limpio su nombre y cumpliendo las directrices de los manuales del ideario chino, los cuales ordenaban cómo debían ser y comportarse. El presente trabajo es un estudio de cuál fue el lugar que ocuparon estas mujeres en la sociedad Tokugawa, y más concretamente, quiénes fueron las que formaron parte de la ciudad de Edo, cuáles fueron sus obligaciones y si, en cierta manera, tuvieron mayor o menor capacidad de decisión en sus vidas. En cualquier caso, resulta difícil determinar cómo pudieron sentirse o cuál fue en realidad su papel. Esto es debido a la escasa información que todavía tenemos sobre la historia de género en el mundo asiático y las pocas investigaciones que se han llevado a cabo sobre estos temas en occidente.