Caracterización del valor intrínseco antropogénico de la biodiversidad. El no-antropocentrismo y el ecocentrismo andino del Sumak Kawsay como forma de conservacioón de la naturaleza no-humana y la vida
Fecha
2018-11-09Autor
Gavilánez Elizalde, Franklin Gilberto
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Esta investigación argumenta y defiende que todos los seres vivos, organismos o individuos tienen valor intrínseco, porque poseen una vida, que es su máximo interés o finalidad en sí misma. Su historia evolutiva con base a una selección natural por incorporación endosimbiótica prodigiosa es su etiología. Por eso todos los seres vivos son sujetos morales. Decir que un organismo biológico tiene intereses equivale a decir, que desea provocar alguna condición que la beneficie, y en evitar otras condiciones que la perjudiquen para su autorrealización. La vida está representada en organismos uni y pluricelulares, pero también en una inconmensurable biodiversidad que agrupa especies de vegetales, animales, hongos y microorganismos, que conforman una gran variedad de ecosistemas, y también diferentes paisajes. Por lo tanto, todo lo que facilite el buen funcionamiento para aquellas entidades en sus diferentes macro y micro ecosistemas son cosas buenas que deberían realizar los seres humanos como agentes morales. La vida para que sea conservada requiere entonces, del cuidado de la biodiversidad y sus hábitats, por parte de nosotros, así como se la cuida en el Sumak Kawsay. Esta tarea sólo es posible mediante el reconocimiento del valor intrínseco de la naturaleza no¿humana.El Sumak Kawsay para la conservación se configura como una filosofía andina y de ética ambiental en base a la práctica de su valor rector la armonía y sus cuatro principios fundamentales: relacionalidad, correspondencia (integralidad), complementariedad y reciprocidad. Los valores y principios ecosistémicos practicados por los runas andinos del Ecuador se viven en un territorio o allpamama y en un tiempo que configuran a una naturaleza universal o pachamama, considerada su madre, la mujer que da la vida. La cosmovisión del Sumak Kawsay es incluyente de los Otros seres vivos y novivos, incluidos los seres humanos y su diversidad cultural, como en el ecofeminismo, sin jerarquías, mediante la práctica del igualitarismo biocéntrico, del sentiocentrismo y la diversidad cultural, con profundo sentido de la espiritualidad. La percepción como ser vivo de los runas radica en el estar ahí como parte de la naturaleza y no sentirse superiores a ella. La evidencia mayor de sus ideas ecocentristas profundas y cosmocentristas en su pragmatismo ambiental, permanece en el reconocimiento no declarado, de que la naturaleza tiene algo intrínsecamente valioso. La evidencia mayor de esta actitud no instrumental frente a su entorno es haber mantenido un espacio biodiverso casi intacto, especialmente el de la Amazonía, que constituye un patrimonio natural para la humanidad. El Sumak Kawsay ha sido motivo de referencia jurídica como para otorgar derechos a la naturaleza, mediante la Constitución de Montecristi del año 2008.Es imperativo para la práctica de una ética ambiental renovada y sólida, reconocer el valor intrínseco extendiendo los límites de la moralidad interhumana hacia la naturaleza no humana para conservar la vida, y de esa forma conservar también la nuestra. Aseveramos que el valor intrínseco subjetivo o inherente es el valor que posee una entidad con vida en virtud de ser valorada por lo que es, por sí misma, en lugar de ser valorada por su utilidad como medio para un fin perspectiva antropocéntrica. Ser valorado significa que, el valor es construido por la conciencia humana, siendo por eso antropogénico. Un valor intrínseco objetivo, posee todas las entidades con vida, en sí mismas, independientemente de si alguien realmente lo valore.