Ironías de la historia española: observaciones sobre la política pos-franquista de olvido y memoria
Fecha
2009Autor
Brunner, José
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Historia contemporánea 38 : 163-183 (2009)
Resumen
The Spanish post-dictatorial politics of memory are marked by a series of displacements, diversions or ironies: The political elites of the post-Franco period used the legacy of the dictatorship to entrench a politics of silence in the service of post-dictatorial stability, thus basing a new democratic regime on a political habitus instilled under authoritarian rule. The focus of the pacto del olvido (pact of oblivion) on forgetting the Civil War served as a screen hiding other, potentially more upsetting issues that had to be forgotten. By stabilizing democracy through silence, the post-Franco democracy created a civil society space that allowed the irruption of memories into the public domain. Memories intruded into politics by means of burial rituals serving as an expressive political practice; thus it was the dead who broke the silence of Spanish politics. These political burial rituals not only galvanized the transformation of Spanish memory politics from forgetting to remembering, but also prompted its spread beyond the boundaries of national politics to local, regional, and transnational politics. In 2007 the state responded to this challenge by enacting a law that proclaims to recognize and broaden the rights of victims of the Civil War and the dictatorship. The law is part of a rearguard battle in which the state acknowledges that a politics of forgetting is no longer legitimate, but seeks to stem demands for justice. But rather than imposing a renewed closure on the crimes of the past, the law will spark further demands for compensation, punishment and additional forms of remembering.; La política de la memoria en España posterior a la dictadura está marcada por una serie de desplazamientos, desvíos e ironías. Las elites políticas del posfranquismo usaron el legado de la dictadura para consolidar una política del silencio al servicio de la estabilidad post-dictatorial; en consecuencia, el nuevo régimen democrático se sustentó en un hábito político establecido bajo el autoritarismo. El foco del "pacto del olvido " en la Guerra Civil sirvió de pantalla para ocultar otros temas, potencialmente más revulsivos, que debían ser olvidados. Al estabilizar la democracia mediante el silencio, la democracia posfranquista generó un espacio de sociedad civil que permitió la irrupción de los recuerdos en el dominio público. La rememoración se infiltró en la política a través de rituales funerarios que se volvieron una expresiva práctica política; así fue cómo los muertos rompieron el silencio de la política española. Esos rituales funerarios no sólo galvanizaron la transformación de la política española de la memoria desde el olvido hacia la rememoración, sino también impulsaron su difusión más allá de los límites de la política nacional, hacia la política local, regional y transnacional. En 2007 el Estado respondió a este desafío promulgando una ley que programa el reconocimiento y ampliación de los derechos de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. Esa ley es parte de una táctica de retirada, con la que el Estado reconoce que la política del olvido ya no es legítima, al tiempo que procura frenar las demandas de justicia. Pero más que imponer una renovada clausura sobre los crímenes del pasado, la ley provocará nuevos reclamos de indemnización y castigo, y formas adicionales de rememoración.