Autorregulación, mediación y consulta previa, la nueva frontera de la ética publicitaria
Zer 6(11) : (2001)
Laburpena
La autorregulación publicitaria, a través de la aplicación de códigos de deontología, interpretados por organismos independientes, cuyas resoluciones son aceptadas voluntariamente por las entidades (anunciantes, marcas, empresas, medios, agencias) implicadas en las asociaciones profesionales creadas al efecto; la mediación entre discrepantes a la hora de resolver un conflicto sobre la materia; y, finalmente, la consulta previa y voluntaria sobre la licitud de un anuncio o una campaña, antes de emitirlo, perfilan la nueva cultura de la que se está impregnando el sector publicitario. Frente a la solución penal o el conflicto civil que se activan cuando el negocio publicitario deviene en actividad ilícita, el sector se ha dotado de un instrumento de autorregulación, el Jurado de Ética Publicitaria, en el que se han implicado de manera voluntaria anunciantes, empresas, medios y creadores, a fin de fijar unas reglas de "juego limpio" y delimitar, con la ayuda de autorizados juristas, el ámbito de la licitud publicitaria. Hasta noviembre del 2000 el Jurado había recibido casi cuatrocientas reclamaciones, esencialmente por incumplimiento del principio de veracidad. El 42 por ciento de los casos aceptados se debían justamente a publicidad engañosa.