El altavoz como pantalla y símbolo sonoro
AusArt 2(1) : 54-68 (2014)
Laburpena
En el aspecto dimensional del sonido, en la representación electroacústica de este, interviene de una forma muy directa, el altavoz como mecanismo que lo produce, que como motor que es, produce el desplazamiento de su membrana. Un movimiento que cuando reproduce sonidos de frecuencias muy bajas y de cierta intensidad, puede ser observado, por lo que de alguna manera podemos apreciar sus evoluciones visualmente y establecer una analogía entre este movimiento aparente y el sonido que se produce. Es lo que lo convierte en pantalla gráfica capaz de ofrecer una analogía sonoro-visual, y que diferentes artistas como Rolf Julius, Carsten Nicolai, Gary Hill, o Pierrick Sorin, han utilizado para visualizar mediante él o realizar en él, todo tipo de representaciones de la materia sonora.Por otro lado nos ofrece una imagen simbólica y referencial de la electroacústica. Un símbolo, que ha sido utilizado como representación dimensional del hecho electroacústico. Así distintas metodologías y experiencias, han compartido estos usos del altavoz (como motor y como símbolo) que se han reflejado en las prácticas artísticas del arte sonoro. Es por esta razón que este breve análisis atiende a tres aspectos fundamentales: visual, simbólico y técnico.