Corporeizar la sonoridad a través de la danza: los ecos rítmicos de Stravinsky en el ballet iTMOi de Akram Khan
AusArt 9(1) : 223-234 (2021)
Laburpena
El despertar sonoro del cuerpo, en su rítmica existencia, remite a una esencia ritual como la aspiración más pura de lo que la danza irradia en la humanidad. Música, danza y poesía ¿no fueron en un tiempo mousiké? ¿no fueron las mismas, junto con la plástica, las que aparecen mimetizadas en una idealización del modelo escénico teatral? Entonces, ¿por qué limitar las confluencias interartísticas en la expresión del pathos discursivo del ser humano? Los ecos sonoros de Stravinsky, son el pretexto que justifica hacer del sonido que se halla en la danza, los ecos rítmicos de un narrar no exclusivo de una sola gramática. Los textos se suceden alrededor de un aura mítico-ritual en la que la abstracción de los espacios latentes rescata la voz de un otro, que puede ser un yo o un nosotros. La espiritualidad rítmica se emite como discurso semántico por el que hacer del cuerpo sonido, de la voz escucha, del ruido melodía y de la armonía cuerpo. iTMOi de Khan, será así la evolución de esta lectura plural del cuerpo sonoro.