Experiencia parental con edulcorantes y herencia intergeneracional en ratas de una preferencia aumentada por el sabor dulce en la que no media el aprendizaje social
Ikusi/ Ireki
Data
2022-10-03Egilea
Rodríguez San Juan, Fernando
Laburpena
En la presente tesis doctoral buscábamos nuevos efectos de herencia de caracteres adquiridos (HCA) que partiesen de aprendizajes específicos del estímulo por parte de los padres. El Experimento 1 fue diseñado para explorar la posible transmisión intergeneracional de un efecto de generalización de la habituación a la neofobia. Los parámetros empleados para generar ese aprendizaje no fueron los adecuados, pero una de las condiciones de control, un grupo expuesto a un sólo sabor, sacarina, dio lugar a la adquisición paternal de un fenotipo bien conocido de preferencia por la sacarina. Las pruebas con la descendencia (que nunca interactuó con sus padres) mostraron evidencia de una posible herencia de este fenotipo adquirido. Losdescendientes de los padres expuestos a sacarina mostraron un consumo más elevado de una solución de esa sustancia que los descendientes de padres no expuestos a ella (Experimento 1).Dada la novedad y potencial relevancia de estos resultados, diseñamos tres experimentos adicionales (Experimentos 2a, 2b, y 2c) para confirmar la fiabilidad del efecto y, además, para indagar sobre algunas de sus posibles características. El Experimento 2a, reveló que los descendientes de padres expuestos a sacarina (10 o 20 días de manera continua) exhibían, a los 13 días de edad, más respuestas apetitivas ante la sacarina que los padres no expuestos a ningún edulcorante. Además, al medir la actividad locomotora durante estas pruebas, se comprobó que los descendientes de padres expuestos a sacarina mostraban menos actividad locomotora durante la infusión de la sacarina y la stevia, sugiriendo un mayor disfrute al probar el sabor de las soluciones. El Experimento 2c reveló que los descendientes de padres expuestos a edulcorante (sacarina o stevia) mostraban, a una edad aproximada de 60 días, una preferencia aumentada por la sacarina en comparación con los descendientes de padres no expuestos a ninguna solución con sabor. El Experimento 2b reveló que estos efectos de la experiencia parental no se expresaban cuando la descendencia recibía la prueba a una edad aproximada de 30 días.El diseño de nuestros estudios nos permite descartar con cierta seguridad que los efectos observados se deban a un aprendizaje social. La descendencia de nuestros experimentos nunca interactuó con sus padres, que fueron quienes recibieron los tratamientos diferenciales puestos a prueba. Además, en los dos estudios, entre la finalización de los tratamientos y la fase de apareamiento se añadió un intervalo de más de una semana. De esta manera se evitó que las madres recibiesen algún tipo de exposición a algún residuo de los edulcorantes empleados en los tratamientos (a través de la orina o las defecaciones de los machos). Nuestros resultados tampoco son atribuibles a diferencias en el peso y/o desarrollo de los animales. Los diferentes tratamientos realizados nunca produjeron, además, diferencias en consumo en las líneas base de agua establecidas siempre antes de cada prueba. Por todo ello, entendemos que la explicación más plausible de los efectos encontrados es un efecto de herencia de caracteres adquiridos, concretamente una herencia de una preferencia aumentada por el sabor dulce de los edulcorantes.Una posible explicación a nuestros resultados es que la experiencia parental/ancestral repetida con un estímulo aumenta su saliencia. Una saliencia aumentada del sabor dulce habría resultado en una mayor facilidad de este estímulo para activar los mecanismos de respuesta con los que está relacionado y que dan lugar a los fenotipos conocidos, y medidos en nuestros experimentos, de aumento de consumo (Experimentos 1, 2b y 2c) o de emisión de reacciones apetitivas (Experimento 2a). A nivel fisiológico, la característica psicológica de "saliencia" podría correlacionar con el desarrollo de fenotipos neuroanatómicos específicos que faciliten la recepción sensorial y transmisión del estímulo. Esto podría suponer que los parámetros de saliencia estimular en nuestras teorías (p.ej., Hall y Rodríguez, 2010; 2020; Mackintosh, 1975; Pearce y Hall, 1980; Rescorla y Wagner, 1972; Wagner, 1981) no estarían inicialmente sólo determinados por las características físicas de los estímulos sino que vendrían moduladas por las experiencias parentales/ancestrales que habrían hecho a estos estímulos más o menos salientes.