Valoración del riesgo cardiovascular en personas con esquizofrenia antes y después de un programa de ejercicio físico concurrente
Abstract
Introducción: las personas con esquizofrenia (SP) tienen un mayor riesgo de padecer factores
de riesgo cardiovascular (RCV), enfermedades cardiovasculares y mortalidad. Este perfil de
riesgo puede ser explicado por los efectos secundarios de la medicación antipsicótica y por un
estilo de vida poco saludable. En el resto de la población, se ha demostrado que la AF es la
estrategia óptima para mejorar tanto los parámetros cardiovasculares como el nivel
cardiorrespiratorio.
Objetivo: estimar los perfiles del RCV y edad vascular antes y después de una intervención de
ejercicio físico (EF) concurrente en personas adultas con SP
Métodos: participó una muestra de 97 personas (20,4% mujeres, 41,3±10,0 años) con SP. El
RCV y la edad vascular se estimó mediante el SCORE2, riesgo relativo y el método Framingham
(FHS). Las personas participantes se aleatorizaron en un grupo control (GC, n=45) con cuidados
habituales o en un grupo de EF supervisado (GE, n=52), con entrenamiento concurrente, EF
aeróbico interválico y fuerza (3 días/semana, 20 semanas). Las variables para determinar el
RCV fueron: edad, tensión arterial sistólica (TAS), colesterol total (TC), colesterol unido a
lipoproteínas de alta densidad (HDL-C), no HDL-C, diabetes mellitus, medicación
antihipertensiva y el tabaquismo.
Resultados: antes de la intervención, el GE presentó niveles más bajos (P=0,011) en
comparación con GC en la TAS (113,4±11,7 vs. 120,5±14,3 mmHg), mientras que en el resto de
las variables no se encontraron diferencias significativas entre grupos. Teniendo en cuenta el
SCORE2, ambos grupos se clasificaron como riesgo bajo; pero teniendo en cuenta el FRS-RCV y
el riesgo relativo, se consideraron como riesgo moderado. Después de la intervención, en
comparación con los valores previos, hubo un aumento significativo (P<0,05) en el GE con
respecto al TC (181,3±33 vs. 175,3±33,1 mg/dl). Se observaron diferencias significativas
(P=0,048) entre grupos en el riesgo relativo, con valores superiores en el GC (2,1±1 vs.
2,0±0,8). En el resto de variables estudiadas, no hubo cambios generales para ninguno de los
grupos ni diferencias entre los grupos en la magnitud del cambio durante el seguimiento.
Conclusiones: las personas con SP presentaron un RCV bajo-moderado. Un enfoque integral
que incluya no solo el EF sino también la una intervención nutricional podría ser más eficaz en
el manejo del RCV en esta población.