Insectos: ¿Alimentos del futuro?
Laburpena
El crecimiento demográfico, la urbanización y el aumento de la clase media han incrementado la demanda de alimentos a escala mundial, de forma que para 2050 habrá que alimentar a más de 9.000 millones de personas. Dicha demanda unida a los impactos ambientales destructivos generados por la industria alimentaria ha llevado a los académicos a investigar alternativas más sostenibles como son los insectos, y se han realizado avances desde la perspectiva de la Unión Europea.
Organizaciones Europeas como la EFSA y la FAO, han estudiado su seguridad y han determinado que se trata de alternativas seguras, siempre que se manipulen de forma adecuada, además de ser nutritivas y sostenibles. Concretamente, los insectos son una buena fuente de proteínas, grasas, micronutrientes y fibra, con valores superiores a otros animales domésticos. En cuanto al impacto ambiental, destacan por una escasa necesidad de agua y tierra, una alta tasa de conversión y la mínima generación de gases de efecto invernadero.
Otro aspecto a considerar para impulsar su consumo en Europa es la aceptación social. La determinación de los factores que influyen en el rechazo de los consumidores hacia el consumo de insectos es importante para diseñar estrategias que promuevan su inclusión en la dieta. Variables como el sexo, edad, ingresos o el tipo de dieta son algunas de las mas relevantes, junto con el modo de presentación, siendo mas aceptados los productos que ocultan la apariencia natural del insecto.