Melanoma Maligno y retraso en su diagnóstico. Revisión de la literatura
Laburpena
[ES] Introducción: El melanoma es un tumor cutáneo maligno derivado de la malignización de los melanocitos. Es responsable de tres cuartas partes de las muertes producidas por el conjunto de cánceres cutáneos, y su incidencia se ha incrementado rápidamente de manera global durante los últimos 50 años. Existen factores bien estudiados que determinan su retraso en el diagnóstico. Además, recientemente, tras la pandemia de la enfermedad por el nuevo coronavirus 2019 (SARS-CoV-2), ha surgido una nueva situación que quizás haya podido ser responsable de un mayor retraso en el diagnóstico de esta patología. Objetivos: El presente trabajo tiene como objetivo primario la realización de un estudio exhaustivo de la clínica, factores de riesgo y pronóstico del melanoma maligno; y como objetivo secundario, el estudio de los posibles motivos clásicos que puedan suponer un retraso en la detección del melanoma maligno y si la situación pandémica por SARS-CoV-2 ha supuesto asimismo un retraso en el diagnóstico del melanoma maligno. Material y métodos: Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en los principales motores de búsqueda de artículos científicos: PubMed, Medline y SciELO, además de la consulta de libros de dermatología, y páginas web y bases de datos sobre oncología cutánea. Resultados: Las formas clínicas más frecuentes del melanoma maligno son: melanoma de extensión superficial, melanoma nodular, lentigo maligno melanoma y melanoma lentiginoso acral. Los factores de riesgo mejor establecidos para el desarrollo de un melanoma maligno son la exposición a la radiación ultravioleta, fenotipos con escasa pigmentación, tener abundantes pecas, presentar un elevado número de nevus melanocíticos adquiridos benignos y/o displásicos, tener antecedentes personales o familiares de melanoma cutáneo maligno y presentar lesiones precursoras de melanoma maligno en la piel. El pronóstico del melanoma cutáneo se puede determinar mediante los siguientes factores: el índice de Breslow, la presencia de ulceración, la afectación metastásica del ganglio centinela y los niveles séricos de LDH. Los principales motivos clásicos que pueden producir un retraso en el diagnóstico del melanoma maligno son la falta de conocimiento sobre la apariencia y los síntomas tempranos del MCM y las consecuencias que conlleva el padecerlo. Asimismo, una gran variedad de estudios han demostrado que la influencia de la pandemia de la infección por SARS-CoV-2 y el subsiguiente confinamiento han supuesto un retraso en la detección del melanoma maligno. Conclusiones: El melanoma maligno es un tumor cutáneo que, en la mayoría de los casos, puede ser sospechado con gran sensibilidad y especificidad a simple vista. El índice de Breslow es el factor pronóstico más importante a tener en cuenta. Los principales factores que determinan un retraso en la detección del melanoma maligno están en relación con características del paciente y la falta de cultura sanitaria. En el contexto actual, la situación pandémica ha provocado un empeoramiento del retraso diagnóstico del melanoma maligno que veníamos observando los años previos a la pandemia. Debemos estudiar cuales han sido las debilidades del sistema y de la gestión que se han aplicado en esta pandemia, para aprender de ellos y convertirlos en fortalezas de aprendizaje.