Optimización de cultivos organotípicos de núcleo supraquiasmático para estudiar la ganancia de funcionalidad del reloj central durante el desarrollo de ratón.
Laburpena
[ES] Los ritmos circadianos, de casi 24 horas, son sincronizados por un reloj central ubicado, en mamíferos, en el núcleo supraquiasmático (NSQ) del hipotálamo. El NSQ está conectado a la retina a través del tracto retino hipotalámico. El NSQ recibe la luz ambiental, integra la información y la envía mediante señales neuronales y humorales al resto del cerebro y órganos periféricos. Cada célula del cuerpo recibe esas señales y pone en hora al mecanismo molecular del reloj, que consiste en una serie de factores de transcripción, tales como el gen Periodo 2 (Per2), oscilando en su expresión con un periodo de 24 horas. El NSQ del adulto consiste en un circuito formado por neuronas y astrocitos. La interacción neurona-astrocito es responsable de la integración de la señal lumínica y de la elaboración de señales de sincronización. Cómo y cuándo ocurre la maduración de este circuito durante el desarrollo es un aspecto que continúa siendo poco estudiado. Para estudiar la formación del núcleo y la participación de los astrocitos en su maduración se ha optimizado un sistema de cultivo organotípico de rodajas conteniendo el NSQ. Se han utilizado ratones neonatos que expresan una proteína reportera (VENUS) fusionada a una proteína de la maquinaria molecular del reloj (PER2). Se han empleado distintos métodos para cuantificar la fluorescencia emitida por la proteína PER2:VENUS para evaluar las oscilaciones del circuito de NSQ durante al menos dos ciclos circadianos. Como resultado de este trabajo, se han determinado las condiciones óptimas de obtención de la rodaja (cortadas con vibratomo), cultivo organotípico (en medio de cultivo DMEM con suero fetal bovino a 37 ºC y 5 % de CO2), método de cuantificación (ThermoFisher High-Content) y análisis de resultados (CircWave) que permitirán evaluar el papel de los astrocitos en la maduración del circuito neuronal.