Influencia de la fragilidad en la morbimortalidad en pacientes oncológicos intervenidos de cirugía colorrectal
Laburpena
El cáncer colorrectal (CCR) es una enfermedad que habitualmente aparece en ancianos y su principal tratamiento continúa siendo quirúrgico. La fragilidad es un síndrome clínico que se caracteriza por presentar una disminución de la reserva fisiológica, aumenta con la edad y ha sido reconocido como un factor predictivo de mortalidad postoperatoria. Nuestro objetivo primario ha sido evaluar la asociación entre tres escalas de fragilidad y la mortalidad a un año después de la cirugía, y comparando la fuerza de su asociación del poder predictivo de mortalidad de las escalas de fragilidad y la de la clasificación de la American Society of Anesthesiologists (ASA). Las escalas utilizadas fueron: Modified Frailty Index (MFI), Risk Analysis Index (RAI-A) y Geriatric tool (G8). Los objetivos secundarios han sido la evaluación de la relación de las escalas de fragilidad con la morbilidad y la comparación de estas con la clasificación ASA en cuanto a predicción de morbilidad. Material y métodos: Analizamos retrospectivamente en un primer estudio (FRAIL- I) pacientes mayores de 65 años que fueron intervenidos de cirugía oncológica colorrectal laparoscópica con un seguimiento de un año posterior a la cirugía. Posteriormente analizamos sobre otra cohorte de las mismas características de forma prospectiva la influencia de la fragilidad con la morbimortalidad (ESTUDIO FRAIL II). Resultados: La fragilidad esta significativamente asociada a la mortalidad y morbilidad (p < 0,001). A más fragilidad, mayor probabilidad de estancia hospitalaria, complicaciones, reingresos y visitas a urgencias. El tratamiento quirúrgico del CCR en el paciente frágil genera una mejoría en su calidad de vida incluso tras la aparición de eventos adversos durante el año de seguimiento. Por otro lado, la clasificación ASA no se relaciona con la mortalidad. Discusión: Las escalas de fragilidad deberían empezar a influenciar las intervenciones médicas y quirúrgicas, y se deberían implementar guías y protocolos que tuviesen en cuenta el grado de fragilidad de los pacientes geriátricos.