El becario-trabajador
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Date
2023Author
Asquerino Lamparero, María José
Metadata
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Lan harremanak (49) : 155-179 (2023)
Abstract
The fight against job insecurity involves arbitrating a series of legal reforms that guarantee stability in employment, so that – regardless of the most accurate assessment that we can offer in the light of real, upcoming and future data – the reinforcement of indefinite labor contracting marks the starting point from which to start.The second pillar -in our opinion- that requires the attention of the legislator is training, because only by guaranteeing this and not limiting it to a specific stage of the vital evolution of the person, we can reach that goal to which the human being of professional fulfillment attends.On the basis of these two foundations, there is, in our view, an institution that necessarily has to be rethought in order to ensure that its true essence is fulfilled. We refer to scholarships and, although the regulation of the commonly called "Statute of the scholarship holder" has been postponed, it seems appropriate to examine - today - what are the real problems facing this figure, how and when it has been used to disguise what are authentic labor relations.It is our intention to carry out an eminently casuistic analysis based on the judicial pronouncements to try to infer from it the current weaknesses faced by the scholarship holder (or supposed scholarship holder) and what are the rights / guarantees that should be contemplated normatively.; La lucha contra la precariedad laboral pasa por arbitrar una serie de reformas legales que garanticen la estabilidad en el empleo, por lo que -con independencia de la más certera valoración que podamos ofrecer a la luz de los datos reales, próximos y futuros- el refuerzo a la contratación laboral indefinida nos marca el punto de partida desde el que comenzar.El segundo pilar -a nuestro juicio- que requiere la atención del legislador es la formación, pues solo garantizando esta y no circunscribiéndola a una etapa concreta del devenir vital de la persona, podemos alcanzar esa meta a la que atiende el ser humano de realización profesional.Partiendo de esos dos sustentos existe, a nuestro modo de ver, una institución que necesariamente tiene que ser repensada a fin de garantizar que se dé cumplimiento a su verdadera esencia. Nos referimos a las becas y, aunque se haya pospuesto la regulación del denominado comúnmente “Estatuto del becario”, nos parece oportuno examinar -a día de hoy- cuáles son los problemas reales que enfrenta esta figura, cómo y cuándo se ha empleado para disfrazar lo que son auténticas relaciones laborales.Por ello, es nuestra intención realizar un análisis eminentemente casuístico a partir de la doctrina judicial y pronunciamientos del Alto Tribunal para tratar de inferir de aquel las debilidades actuales a las que se enfrenta el becario (o supuesto becario) y cuáles son los derechos/garantías que deberían ser contempladas normativamente.