Proyecto no concluido para la Alhóndiga de Bilbao. Una propuesta sobre la Estética objetiva de Jorge Oteiza como método de investigación.
Abstract
Abordamos un caso de estudio, el proyecto no concluido del Centro Cultural para la Villa de Bilbao en el antiguo edificio de la Alhóndiga, cuyo mayor promotor fue el alcalde de la misma ciudad, José María Gorordo, que en 1988 invitó al escultor Jorge Oteiza para convenir su participación en la creación de este nuevo centro que pretendía reactivar cultural y económicamente la ciudad tras su proceso de desindustrialización.
Al estudiar este proyecto de centro cultural situamos nuestro interés en el análisis de la amplia documentación que el proyecto no construido generó con el fin de tratar sus condiciones de posibilidad. Desde la perspectiva de los creadores –el escultor Jorge Oteiza y los arquitectos Juan Daniel Fullaondo y Francisco Javier Sáenz de Oiza–, partimos de una estética operativa que analice el proceso de creación de estos proyectos de integración entre arte y arquitectura, aquellos que Oteiza pretendió llevar a cabo -sin éxito- en la Ciudad tras sus conclusiones experimentales en escultura (1957).
Durante su etapa experimental de “Laboratorio” Oteiza elaboró una “Estética objetiva” concretada en la “ecuación estética molecular” (1944), desarrollada para comprender en el comportamiento interno del arte, sus factores y operaciones fundamentales, todo lo cual debía dar cuenta mediante la creación de una función emancipadora en su “servicio humano”. Una Estética objetiva que regía la creación en el “Laboratorio”, pero que el escultor también empleó como mecanismo de “interpretación estética” para estudiar distintas manifestaciones artísticas a lo largo de la historia. No obstante, Oteiza no cuenta con esta “ecuación” para la creación o interpretación de los proyectos de integración arte-arquitectura en los que participó posteriormente a su supuesto abandono del Laboratorio, si bien nos basamos en un texto inédito que preparó inmediatamente después de sus conclusiones experimentales -en el mismo tránsito de la actividad de Laboratorio a la Ciudad- titulado La ciudad como obra de arte (1958), en el que puede advertirse un tímido intento -que poco más tarde abandonará- de emplear la lógica operativa, creadora, de la ecuación (Estética objetiva) como una interpretación estética de la Ciudad, que sentaría las bases para trasladar a la arquitectura y el urbanismo la función “existencial” y “política” inherente a un tipo de arte que Oteiza defendía por su capacidad transformadora y emancipadora del sujeto.
Por este motivo, la presente investigación ensayar una suerte de adaptación o ampliación funcional de la “Estética objetiva” de manera que su “ecuación” pueda aplicarse sobre un proyecto de integración arte-arquitectura para la Ciudad, como lo fue el Centro Cultural Alhóndiga de Bilbao (CCAB). De este modo, nuestro análisis pretenderá descomponer este proyecto en sus factores fundamentales y operaciones internas de creación. No obstante, al hacerlo ponemos en cuestión la “Ley de los cambios en la expresión” (1962), otra de las principales herramientas conceptuales oteicianas según la cual el escultor justificaba el carácter conclusivo de su obra escultórica y el necesario abandono del Laboratorio y la “Estética objetiva” que lo regía, todo lo cual permitía su apertura a la Ciudad y la nueva tarea para la transmisión del saber del arte enfocada a la transformación de las estructuras culturales, sobre todo pedagógicas, de la comunidad. Una “Ley de los cambios” que argumentará incluso la necesidad histórica de conclusión del arte contemporáneo, que a su juicio debía culminar con la desaparición de la obra de arte, con su disolución en la Ciudad, como garantía de éxito del “Proyecto político” que tenía por finalidad la renovación y emancipación de la sociedad. por medio de la “educación estética”.
Así pues, esta “interpretación estética” del Centro Cultural Alhóndiga Bilbao desde la “Estética objetiva”, esta ampliación funcional del Laboratorio a la Ciudad, nos planteará durante el proceso ciertas dificultades que sin embargo podrían señalar aquellos factores que influyeron no sólo en el fracaso de este proyecto de centro cultural, sino en el fracaso del “proyecto político del arte contemporáneo” que Oteiza anunciaría en la década de 1970. Cuestión ésta que da paso a una voluntad que procura el cuestionamiento y la redefinición del potencial político en arte, la cual se manifestó en algunos de los jóvenes artistas de la década de 1980 en el contexto vasco, así como en generaciones posteriores hasta la actualidad.
Por último, señalar que para la realización de esta Tesis ha sido imprescindible la amplia cantidad de documentación inédita relativa tanto al proyecto de Centro Cultural, y al propio Oteiza, además de once entrevistas que el investigador realizó a aquellos agentes relacionados directamente con este proyecto, o con el escultor:
• José María Gorordo, ex-alcalde de Bilbao y principal impulsor del proyecto de Centro Cultural.
• Joseba Arregi, ex-Consejero de Cultura del Gobierno vasco.
• Javier Cenicacelaya, arquitecto, profesor de la EHU y ex-miembro de la Junta de Patrimonio del Gobierno vasco.
• Javier González de Durana, crítico de arte y ex-asesor del Gobierno Vasco
• Maria Teresa Muñoz, arquitecta y colaboradora en el proyecto.
• Francisco Javier Sáenz Guerra, arquitecto colaborador en el proyecto e hijo de Oiza.
• Federico Arruti, arquitecto y ex-presidente del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro.
• Iñaki Uriarte, arquitecto y poseedor de una gran dossier de prensa de más de 400 notas de prensa sobre el proyecto.
• Xabier Sáenz de Gorbea, profesor de la EHU, crítico y comisario de arte.
• Juan Luís Moraza, artista, comisario y profesor en la Universidad de Vigo.
• Txomin Badiola, artista y comisario de la primera exposición antológica de Jorge Oteiza en 1988 y del Catálogo razonado del mismo artista (2015)