Implicación de los biomarcadores moleculares de inflamación endotelial y de disfunción endocrino-metabólica en la clasificación patogénica de los pacientes con Síndrome Metabólico
Date
2016-02-10Author
Carrascal Velasco, María Teresa
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El síndrome metabólico constituye un problema clínico y de salud pública de primer
orden, que afecta hasta un 25% de la población española, y se caracteriza por la presencia de
obesidad, glucemia basal alterada por progresiva resistencia a la insulina, elevación de la
presión arterial, y un estado proinflamatorio sistémico, que se asocia con dislipemia
aterogénica y una elevación del estrés oxidativo celular. Sin embargo, dada la diversidad de
formas clínicas y evolutivas se desconoce si el desequilibrio entre moléculas plasmáticas
inflamatorias y de regulación endocrino-metabólica constituye un trastorno funcional común
a todos los pacientes con síndrome metabólico, y si es o no condición disfuncional
imprescindible en la aparición de otros trastornos orgánicos secundarios como son los
cardiovasculares.
El presente proyecto planteó como hipótesis que la concentración plasmática de proteínas
inflamatorias y de regulación endocrino-metabólica podría permitir la subclasificación de
pacientes con síndrome metabólico, e indicar precozmente el riesgo de daño cardiovascular,
constituyéndose en biomarcadores de interés en el diagnóstico y respuesta a la terapéutica.
El estudio comprendió una base de datos con parámetros fisiopatológicos de daño orgánico
obtenidos por procedimientos no invasivos y de laboratorio, y moleculares obtenidos
mediante determinación por el procedimiento de multiplex de Luminex, de un panel de
moléculas solubles que regulan la inflamación y el metabolismo.
Los resultados obtenidos demostraron que los niveles plasmáticos de los principales
biomarcadores de inflamación y de disfunción endocrino-metabólica permitieron distinguir
subpoblaciones de pacientes con Síndrome Metabólico de distinto perfil fisiopatológico y de
lesión orgánica, que sugieren mecanismos patogénicos diferentes para la misma
enfermedad, con independencia de su estadio de evolución. Entre los subgrupos
encontrados hubo un Subtipo I, con ausencia de correlación entre sus parámetros clínicos y
sus niveles plasmáticos de inflamación y de disfunción endocrino-metabólica, bien sea con
biomarcadores plasmáticos de inflamación y de disfunción endocrino-metabólica elevados,
pero apenas cambios clínicos, o al revés, con apenas cambios en sus biomarcadores
plasmáticos de inflamación y de disfunción endocrino-metabólica, pero notables alteraciones
clínicas en cuanto a sus niveles de resistencia a la insulina y de lesión orgánica. Hubo un
Subtipo II, que mostró una buena correlación entre parámetros clínicos y biomarcadores
plasmáticos de inflamación y de disfunción endocrino-metabólica. Igualmente se objetivó
que la relación entre biomarcadores plasmáticos de inflamación y de disfunción endocrinometabólica
no siempre fue lineal, pudiéndose también subclasificar los pacientes en tres
grupos: un primer grupo mayoritario, con niveles similares de ambo tipos de proteínas, y
otros dos subgrupos donde biomarcadores plasmáticos de inflamación y de disfunción
endocrino-metabólica fueron discordantes entre ellos. Al estudiar las correlaciones clínicoanalíticas
directas e inversas en estos dos últimos subgrupos se evidenció que en el grupo
Resumen
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con biomarcadores plasmáticos de inflamación elevados y de disfunción endocrinometabólica
bajos hubo casi la mitad de correlaciones estadísticamente significativas entre
biomarcadores moleculares y signos clínicos de Síndrome Metabólico que en el subgrupo
con biomarcadores plasmáticos de inflamación bajos y de disfunción endocrino-metabólica
altos, sugiriendo que en este segundo grupo podrían haber concurrido patologías
inflamatorias agudas no detectadas en este estudio.
Esta subclasificación de pacientes con Síndrome Metabólico sugiere la existencia de
mecanismos patogénicos diferentes en el proceso por el que las alteraciones moleculares
inflamatorias y endocrinas intervienen en la disfunción del metabolismo glucídico, que
conduce a la resistencia a la insulina, y a la progresiva aparición de lesiones orgánicas del
sistema cardiovascular. Por último, el presente estudio confirma estudios anteriores sobre la
importancia de la inflamación en la patogenia del Síndrome Metabólico y demuestra que los
biomarcadores plasmáticos de inflamación más relacionados con los signos clínicos de
Síndrome Metabólico fueron las molecular solubles de adhesión vascular ICAM-1 y VCAM-
1, sugiriendo que la disfunción endotelial producida durante el desarrollo del Síndrome
Metabólico pudo ser determinante en la evolución de la enfermedad, y que la inhibición de
tales moléculas podría representar una nueva vía de abordaje terapéutico para los pacientes
con síndrome metabólico.