Arte, memoria y justicia en victimizaciones graves: adiorik gabe
Abstract
El historiador Santos Juliá cita la expresión contenida en un ensayo del filósofo Paul Ricoeur en el sentido de que una memoria pública debe evitar manipulaciones, así como caer en una mera industria o gestión de la paz o la cultura. Para ello debe ser una memoria ilustrada o informada por la historia, como saber científico, con todas sus limitaciones. Una de esas limitaciones, que implica la necesidad de comunicación entre la historia y la memoria, es, como señala Reyes Mate, la existencia de zonas de la realidad que escapaban a la historia por razones epistemológicas, fenomenológicas y culturales.
Un entendimiento no antagónico de la memoria y la historia permitiría la superación de las fronteras entre lo que se considera tradicionalmente como subjetivo y sentimental frente a lo objetivo y científico, en línea con los estudios neurocientíficos actuales.
En el proyecto Adiorik Gabe/Sin adiós han sido homenajeadas doce víctimas, asesinadas cuando tenían entre 16 y 59 años, entre 1979 y 2001. Nueve fueron víctimas de ETA, dos del BVE y una de abuso policial. Todas eran hombres menos dos mujeres, lo cual se corresponde con el perfil sociodemográfico de las potenciales víctimas.