Desprendimiento de retina regmatógeno y cirugía de cristalino.
Ikusi/ Ireki
Data
2023-07-04Egilea
Guibelalde González, Ane
Laburpena
El desprendimiento de retina (DR) es una patología que sin un tratamiento precoz puede conducir a la ceguera. La prevalencia anual se estima en un 8-15/100.000 habitantes, pero va en aumento por el aumento de la miopía en la población general y el incremento de cirugías de cristalino ( tanto para el tratamiento de la catarata como para cirugía refractiva) por el aumento de la esperanza de vida y el incremento de la cirugía facorefractiva en pacientes cada vez más jóvenes. El DR secundario a cirugía de cristalino ( DR pseudofáquico), presenta una fisiopatología diferente que se estudia en la tesis doctoral. Se estudio la fisiopatología de este tipo de DR y se compara con pacientes fáquicos o no intervenidos de cristalino.El objetivo principal de la tesis es analizar las diferencias existentes entre los DR según el estado del cristalino, asumiendo una fisiopatología diferente en ambos casos. Por otro lado, como objetivos secundarios se estudian la variabilidad estacional en la incidencia del DR según el mes o la estación del año. Por último, se estudia el efecto de la cirugía de DR ( vitrectomía) en la formación de una catarata en aquellos pacientes fáquicos.Para ello se diseña un estudio retrospectivo analizando los DR regmatógenos intervenidos en el Hospital Universitario Donostia durante 9 años, reclutando 821 pacientes.En los resultados obtenemos diferencias significativas en la evolución y pronóstico del DR según estado del cristalino, siendo aquellos pacientes previamente intervenidos de cristalino (pacientes pseudofáquicos), los que presentan una peor evolución anatómica y funcional.No se observan diferencias ni variabilidad estacional en la incidencia entre meses o entre estaciones del año, a diferencia de los publicado que refleja una mayor incidencia en los meses de calor.La catarata secundaria a la cirugía de DR ( vitrectomía), es menos frecuente en pacientes fáquicos menores de 50 años, siendo la diferencia estadísticamente significativa. Los taponadores de mayor duración han precisado cirugía de catarata antes que aquellos pacientes con taponadores con una menor duración.