Efecto de la hipertermia sobre la proliferación de células CC531 in vitro
Laburpena
El cáncer colorrectal (CCR) es un problema mundial, con una incidencia anual de aproximadamente
un millón de casos, y una mortalidad anual de más de 500.000. Así, el CCR es la segunda causa de
mortalidad
por cáncer entre hombres y mujeres. Además, se prevé que el número absoluto de casos
aumentará en las próximas dos décadas como resultado del envejecimiento y la expansión de las
poblaciones, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrol
lo (1, 2).
Gran parte de los carcinomas colorrectales son adenocarcinomas glandulares, caracterizados por la
invasión de tejidos o estructuras circundantes y por su potencial de metastatizar, por vía linfática o
vascular. De hecho, alrededor del 50% de los
pacientes con cáncer de colon desarrollan metástasis
hepáticas, bien en la presentación del tumor o en la recidiva de la enfermedad. Por este motivo, las
metástasis hepáticas del CCR constituyen un problema clínico de primera magnitud.
En la última década
, la cirugía ha aumentado sus indicaciones desde pacientes con no más de tres
metástasis , hasta pacientes con una masa tumoral hepática inicialmente no resecable, pero
susceptibles de reducir el volumen tumoral mediante quimioterapia o de incrementar la m
asa hepática
remanente hasta proporciones compatibles con la supervivencia del enfermo (embolizaciones, ligadura
de vasos portales, etc.).
Hoy por hoy, la técnica curativa indiscutida es la resección quirúrgica del parénquima hepático
invadido por tumor; s
in embargo, solo una pequeña parte de los pacientes que presentan metástasis
hepáticas son aptos para someterse a resección quirúrgica (