dc.description.abstract | Desde la consolidación de la disciplina de los Estudios de Traducción, en los años setenta y ochenta del siglo XX, el subtitulado para sordos y personas con discapacidad auditiva, a su amparo, ha ido ganando fuerza día a día gracias también a la legislación y a la labor de varios colectivos. Hoy en día en nuestro país el ámbito en el que se encuentra más extendido el subtitulado para sordos es la televisión, siendo Televisión Española uno de los principales productores de subtítulos accesibles. No obstante, cada vez más medios audiovisuales incorporan unos subtítulos especialmente diseñados para las personas sordas.
Para comprender qué lugar ocupan los subtítulos para sordos dentro del mundo de la subtitulación y en qué se diferencian de otras modalidades, es importante conocer algunos parámetros que se usan como herramienta de clasificación, como es el caso de los parámetros lingüísticos, el tiempo de preparación disponible o las cuestiones técnicas. Así pues, vemos que los subtítulos para sordos son, generalmente, subtítulos intralingüísticos y cerrados.
Sin embargo, la característica más importante del subtitulado para sordos es que, además de recoger la información textual de los diálogos de un producto audiovisual, ha de dar cuenta de otros elementos como los personajes que intervienen, el tono de voz, los efectos sonoros o la música. Además, otras consideraciones como los cuestiones temporales y espaciales o la literalidad adquieren un valor especial en este tipo de subtitulado. Existen multitud de técnicas posibles para dar cuenta de la información, aunque no todas sean igual de efectivas ni estén valoradas de igual manera por la norma elaborada por AENOR, que establece unos criterios de calidad para el subtitulado en España.
Además, también es importante saber cómo llevar a cabo esas técnicas en un programa de elaboración de subtítulos como Aegisub. De hecho, las nuevas tecnologías pueden ser de gran ayuda a la hora de mejorar los subtítulos accesibles de manera que las personas con sordera o discapacidad auditiva puedan acceder a la misma información que las personas oyentes. | |