Resumen
Desde el ascenso de los Borbones al trono español, se implantó una política de control estatal de la Iglesia que tiene sus principales hitos de victoria en la firma del Concordato de 1753 y la expulsión de los jesuitas en 1767. En este contexto, la carrera eclesiástica cambió sus caracteres de forma notable, pivotando en torno a la gracia real, que se convirtió en el elemento clave de integración o exclusión política del clero secular. Este artículo analiza, bajo este marco, los elementos políticos que influían en la carrera eclesiástica durante el reinado de Carlos III.